¿Te vuelves loco cuando entras en una papelería y te cuesta un
triunfo no dejarte medio sueldo?
¿Te da pena utilizar los cuadernos porque están tan nuevitos…
y huelen tan bien….!!!?
¿Te descubres a ti mismo buscando un millón de utilidades
para ese cuaderno, libreta, agenda, listín de teléfonos, caja……, estupendísimos
y preciosos que acabas de ver, aunque sepas que nunca los utilizarás?
¿Guardas las bolsas de papel en las que van los regalos porque
te parecen preciosas aunque luego no sepas para qué utilizarlas o te de pena reutilizarlas?,
¡¡Si has respondido que sí a más de dos de estas preguntas,
te encuentras en el lugar adecuado!!
A pesar de que hace ya años terminé de estudiar por
obligación, (ahora lo hago por devoción), mi afición por todo lo que con el papel tenga
que ver me llevó hace un tiempo a introducirme en el maravilloso mundo de la
encuadernación. Aunque seguramente un
purista de este arte podría poner un millón de defectos a lo que hago, a mí me
sirve para seguir cultivando esa afición y canalizarla hacia algo productivo,
creando, lo que yo considero, mis pequeñas obras de arte.
Algunos de vosotros ya conocéis lo que hago, porque tenéis en
casa algunas de ellas. Al resto, os
invito a conocerlas.
Por último quiero agradecer,
A todos los profesores de encuadernación que he tenido, por
no decir nunca que no a mis ideas extravagantes para hacer cosas nuevas, por ayudarme
a utilizar materiales que me advertían
de antemano que serían complicados de manejar y por darme infinidad de consejos
y trucos para conseguir todo aquello que se me ocurría.
A todos aquellos que os acordáis de mí cuando viajáis fuera y
venís cargados con papeles nuevos y fascinantes, y
En general a todos vosotros que estáis leyendo estos
párrafos, espero que disfrutéis tanto viendo lo que hago como yo haciéndolo.
Un beso.